Carne y Leche
Hallamos escrito en la Toráh tres veces la
prohibición de No cocines el cabrito con la leche de su madre (Shemot
23-34 y Devarim 14). Y el Talmud en el Tratado - Masejet Hulin 114ª interpreta
cada uno de estos versículos en forma independiente. Uno para la prohibición de
consumir carne y leche, el segundo para el usufructo y el tercero para la
cocción. Por ello, aun cuando en relación a las otras prohibiciones no hallamos
una restricción respecto a la cocción, en este caso la Toráh nos recalca que la
prohibición aplica aún si simplemente se cocina carne y leche sin intención de
consumirlos.
Escribe Rabenu Bahyie z”l (comentarista s.
XIV) que la carne y la leche al ser consumidos juntos interfieren en la
percepción de lo espiritual, por ello, el Eterno nos encomienda no consumir los
alimentos que estorban la percepción de lo divino y de esta forma mantener
puros nuestros corazones y nuestras mentes para captar la sabiduría de la Torá
y la espiritualidad divina. Concluye diciendo que todos los motivos que
se designan para esta prohibición no son suficientes para comprenderla pues se
trata de un “Hok”, o sea un precepto dogmático, o para mas fácil comprensión un
decreto Divino, cuya real comprensión no
puede alcanzar el ser humano, como en el caso de la vaca bermeja – pará
adumá, etc. Y afirman nuestros sabios que en el futuro el Eterno le
enseñará al pueblo de Israel los motivos profundos de estos preceptos hoy
impenetrables.
Si se le
hubiese obstruido la salida de agua de la batea de la cocina con restos de
comida y probablemente se mezclen restos de grasas cárnicas y trozos de queso,
etc. y desea verter agua hirviendo para destapar la tubería, hay quienes opinan
que no se puede proceder de esa forma debido a la prohibición de cocinar carne
y leche, en este caso al verter el agua hirviendo. El gran rabino de Israel
Rabí Itzjak Yosef, Shelit”a, escribe que no es preciso prohibir este proceder
debido a varios motivos. De todas formas, siendo que es común encontrar en las
casas productos de limpieza, muchos de ellos con ácidos o detergentes que
descomponen los alimentos e inutilizan, es apropiado en principio utilizar
estos productos y agregarlos a la tubería antes de verter el agua hirviendo.
Esto, debido a que todos los alimentos prohibidos por la Toráh conservan dicha
prohibición en tanto estén aptos para el consumo, pero si se los inutilizan
totalmente y pierden su condición de alimento asimismo pierden la prohibición
que sobre ellos pesa. Por lo tanto, en este caso al proceder al verter el
agua hirviendo no existe restricción alguna.