Leyes de Kashrut
Su filosofía, su pensamiento y su
accionar
Existen aquellos que afirman que el judaísmo es
principalmente una “religión de cocina”, ¡enfocada en la comida! “¿Es de leche
o de carne? ¿Kasher para Pesaj o no?”. Muchas personas tiene dificultad con las
“leyes de Kashrut” en general: “¿Qué diferencia hace para D-os lo que yo ponga
en mi estómago?”.
Pregunta: ¿Por qué los judíos no comen cerdo? ¿Qué
tienen de malo los cerdos?
Pregunta sobre la pregunta: ¿Acaso podemos entender
realmente la esencia de D-os, de los humanos e incluso de un cerdo? Sin
entender su esencia, ¡no podemos entender como cierto acto de comer puede crear
un obstáculo entre un judío y su Creador!
La prohibición de comer cerdo no es una ley lógica.
Sino que está basada en la creencia judía básica de que toda la materia física
está conectada a raíces espirituales. Cuando vemos los diez mandamientos como
una prescripción del doctor, ellos adquieren un significado diferente. “¡Tú
eres lo que comes!”. Nuestros hábitos alimenticios juegan un rol central en
nuestras vidas y pueden influenciar nuestras personalidades de múltiples
maneras. Esto es cierto tanto en el sentido médico como emocional y en otros sentidos
que pueden despertarse o atenuarse por nuestra dieta.
Si D-os prohíbe ciertos animales, debe ser que el
estilo de vida particular de ese animal (sucio, carnívoro, carroñero) no es el
modelo que D-os quiere que emulemos. D-os quiere que nos veamos a nosotros
mismos como algo más que “animales sofisticados” que limosnean su comida.
Animales inofensivos como por ejemplo la gallina y la vaca son los animales Kasher.
El Rabino S.R. Hirsch escribe en “Horeb” que
así cómo el Templo en Jerusalem se profanaba con impureza, así también nuestro
propio “templo interior” se profana con comidas impuras. La comida puede
alimentarnos y nutrirnos, pero el instinto animal se despierta cada vez más. Al
cuerpo se le entorpece ser un instrumento del espíritu y se acerca más al
animal. Tu espíritu se enfrenta a una feroz batalla y está menos equipado para
pelear.
Tal como el cuerpo rechaza naturalmente la materia
que considera ajena y no adecuada para el consumo humano, ¡así también tú debes
rechazar lo que te impide cumplir tu santa misión como judío! Es claro que el
espíritu divino en el hombre está conectado con el cuerpo. Los instintos pueden
ser despertados o controlados por la gratificación del cuerpo. La claridad
mental puede deteriorarse o sacrificarse, tal como los animales son agresivos o
mansos, de acuerdo a la comida que consumen.
Todo esto es cierto incluso si uno no entiende la
razón metafísica detrás de las leyes. ¿Acaso podemos entender las leyes de D-os?
¿Acaso conocemos la naturaleza íntima de todas las criaturas – o incluso
nuestra propia naturaleza? D-os sabe todo esto y conoce tu lugar exacto en el
esquema de la creación. Por eso, el Rabino Hirsch implora, sigue con las
instrucciones de D-os ¡porque Él requiere que seas santo!
* * *
Evidencia de la Divinidad de la Torá
Por supuesto que el hecho de seguir las órdenes de D-os
está altamente basado en la creencia en D-os y en la aceptación de la idea que
Él entregó la Torá.
Una de las huellas más concretas de que D-os entregó
la Torá se halla en las leyes de Kashrut. Para que un animal sea Kasher debe
tener dos signos de identificación: (1) debe tener pezuña partida y (2) debe
ser rumiante (regurgitar su comida parcialmente digerida en el estómago).
Una vez que la Torá nos informa esto, es una
deducción lógica que si un animal tiene sólo una de las anteriores, entonces no
es Kasher. Sin embargo, la Torá se desvía de su camino para informarnos que
sólo existe un animal que tiene pezuña partida y no es rumiante – el cerdo.
La Torá nos informa que este es el único animal en
el mundo con pezuña partida que no es rumiante. Esto significa que si te
encuentras un animal que nunca has visto antes y ves que tiene la pezuña
partida (y sin embargo no tienes forma de saber si es rumiante o no), entonces
puedes comerlo con una condición: ¡que estés seguro que no es un cerdo! ¿Por
qué? ¡Porque la Torá testifica que no hay otro animal en el planeta Tierra que
tenga pezuña partida y que no sea rumiante excepto el cerdo!
Esto plantea una pregunta muy interesante. ¿Cómo
podría un ser humano, en la época en la que la Torá fue escrita, saber esto?
Los zoólogos de hoy en día han identificado más de 5.000 diferentes especies de
mamíferos. Y sólo uno, el cerdo, tiene la pezuña partida y no es rumiante.
¿Acaso Moshe conocía todos los mamíferos de todas partes del mundo? ¡Por
supuesto que no! Sólo D-os podía saber eso y sólo D-os podía hacer esa
afirmación en la Torá, escrita miles de años atrás.
En el apogeo de la crítica bíblica, mandaron una
expedición a Australia para encontrar otras especies y desaprobar la biblia.
Después de observar al canguro, al oso koala y al ornitorrinco, los
investigadores seguían sin poder encontrar un animal de pezuña partida que no
fuera rumiante.
* * *
Peces, Aves e Insectos
Los signos de identificación de un pez Kasher son
“aletas” y “escamas”. El judaísmo prueba la naturaleza divina de la ley oral al
señalar que la Mishná (escrita hace 2000 años) afirma categóricamente que
“todos los peces que tienen escamas tienen aletas” – y no a la inversa.
¿Cómo es posible que los Sabios supieran esto?
Hace 200 años aproximadamente en Francia, se
descubrió una nueva especie de pez y no podían decidir si era venenoso o no.
Luego un rabino vio que tenía aletas y escamas y se ofreció a comerlo –
¡basándose en la ley de la Torá que dice que cualquier pez con estos dos signos
se puede comer!
Aves: La Torá enumera los nombres de todas las aves
no Kasher, sin dar ningún signo de identificación. Dado que no conocemos el
significado exacto de todos los nombres, sólo comemos aquellas aves que tiene
tradición de ser Kasher. La mayoría de las aves prohibidas - buitres, cuervos,
halcones, águilas – son aves de rapiña.
Los insectos están prohibidos varias veces en la
Torá, lo que significa que las frutas y vegetales deben ser revisados para
descartar que tengan insectos, si es que existe una probabilidad de que haya (por
ejemplo, en la lechuga).
La Torá permite una especie de langosta, pero la
tradición se perdió por lo que nosotros no comemos langosta. Sin embargo,
algunos judíos yemenitas, ¡afirman tener una tradición de cuál langosta es Kasher!
* * *
La Matanza del Animal
La Torá enseña que antes de comer cualquier animal,
éste debe ser matado de una forma “Kasher”. Se utiliza un cuchillo filoso como
una navaja para cortar a través de la mayoría de la tráquea y el esófago (tubos
de aire y comida). La hoja debe ser lisa sin mella y se debe cortar con presión
constante sobre la hoja. La sangre sale rápidamente y el animal no siente
dolor.
Si sólo se corta la mitad de los tubos, la matanza no
es válida. ¡La diferencia entre Kasher y no Kasher es el pequeño balance entre
50 y 51 porciento!
Comer Kasher nos conecta con D-os incluso al
realizar actos mundanos y físicos. La meta es santificar lo físico para D-os.