World Kashrut

World Kashrut
Kashrut en el Mundo

viernes, 26 de febrero de 2016

Kashrut: Productos Lacteos

Productos Lácteos

Leche

La Halajá indica que en principio la leche a consumir debe ser supervisada desde el momento del ordeñe. No obstante, es necesario aclarar algunos puntos técnicos que nos ayudarán a entender las disquisiciones posteriores. Esta prohibición tiene como objeto evitar que se mezcle la leche de un animal Tahor (puro, apto para el consumo judío: por ejemplo: vaca, cabra, oveja) con la leche de un animal Tamé (prohibido para el consumo judío: por ejemplo: cerda, camella, burra, etc.) lo cual antiguamente, dadas las condiciones caseras de la comercialización de la leche y cierta conveniencia económica en zonas en las cuales estos últimos animales eran tan comunes como las vacas, era una práctica habitual. Por lo tanto los Rabinos establecieron que en el momento de la ordeña debe haber un judío presente o facultado a estarlo para evitar la posibilidad de una mezcla.
Las autoridades rabínicas contemporáneas se dividen en cuanto a la vigencia y condición actual de esta prohibición: Por un lado están los Rabinos que sostienen que esta prohibición se mantiene exactamente igual que al ser decretada ya que, jurídicamente hablando cualquier decreto rabínico para caducar debe ser derogado por una corte Rabínica similar a la que lo promulgo y no es suficiente con que las condiciones hayan cambiado (Taamá Batelá, Guezerá la Batelá) por lo tanto solo autorizan la leche especialmente supervisada.
Una segunda opinión sostiene que las normas actuales de salubridad gubernamental cumplen el mismo objetivo preventivo que el supervisor judío presente a la hora de la ordeñe y por lo tanto autoriza la leche común (Jalab Stam, Rab Moshé Feinstein z"l, Iguerot Moshé, Ioré Deá, 1, 47. No obstante recomienda en principio el consumo de leche supervisada, lo cual era su costumbre personal).
La postura más permisiva se basa en que en las circunstancias actuales es muy remoto que una empresa mezcle su leche vacuna con la de animales Tamé (económicamente sería una variante más cara, un despropósito en función de la antigua conveniencia). La plataforma técnica fundamental de esta última postura es que la prohibición de la leche no fue un decreto rabínico formal y promulgado sino una prohibición coyuntural. Lo cual avalaría su derogación de facto ante circunstancias diferentes, donde estos animales no son muy comunes. (Esta opinión se expone magistralmente en el libro Tashbets, Hajut Hameshulash, Hatur Harishón 32) basándose en un minucioso análisis de la Guemará y en una comparación entre lo formulado por Maimónides respecto al queso y a la leche. Recomendamos ampliamente al iniciado en Halajá la lectura de esta Teshubá para una mejor comprensión del tema). También el Perí Jadash (Rabí Jizquiá da Silva, siglo XVI) sostuvo esta misma postura (en su país, Holanda, era prácticamente imposible pensar en estas mezclas). El Rab Obadiá Iosef, si bien sugiere que en principio se opte por la opción más severa, dice que es válido apoyarse en los Rabinos que autorizan el consumo de leche común aun cuando se pueda conseguir leche supervisada (Teshubá personal por escrito, a disposición del lector).
Leche en polvo
Muchos de los Rabinos que sostienen la vigencia de la prohibición de leche, autorizan, no obstante el consumo de la leche en polvo (Rab Tzvi Pésaj Frank, Shu"t Har Tzví, Ioré Deá 113) ya que como tal no fue incluida en la prohibición rabínica original. El Rab Iosef Oppenheimer z"l, por ejemplo, prohibió la leche común en nuestro país y se esforzó por supervisar Jalab Israel, no obstante, adhirió a las opiniones rabínicas que autorizan la leche en polvo.
Manteca
Como se explicó anteriormente el problema original con la leche tenía que ver con la mezcla de leche Tamé con leche Tahor (Ver Leche). Nuestros sabios, no obstante, aclararon que la leche Tamé no se coagula, o sea que no puede obtenerse de ella manteca o queso (por este motivo también se permite el queso elaborado por judíos a base de leche común). Por lo tanto, en principio permitieron la manteca.
Otro problema que podría presentarse es que en algunas mantecas se agregue grasa animal (en realidad en España, por ejemplo, se llama manteca al producto elaborado con grasa de cerdo, a la manteca de leche se la denomina mantequilla). El Shulján Aruj (código fundamental de la Ley judía) manifiesta que el consumo de manteca común depende de la costumbre local, por lo tanto aquí solo indicamos un producto que en su composición no posee ingredientes prohibidos, la autorización final individual depende de las costumbres de cada comunidad.
Margarina
La margarina se elabora con emulsionantes (monoesteratos, cuya función es mantener unidas las moléculas del aceite y de otros líquidos) de origen prohibido. Es posible que se le agreguen leche y diversos componentes que mejoran su consistencia o su color haciéndola más parecida a la manteca.
Yogures
El yogur, por lo general, posee una cantidad mínima de gelatina (1/ 250 o 1/ 500, en los aquí autorizados). De acuerdo a algunas opiniones la gelatina en éste y otros casos cumple la función de un gelificante o estabilizante que entraría en la categoría de Maamid (que no se anula con 60 veces más). No obstante, para otras distinguidas autoridades rabínicas, la gelatina es un elemento prescindible para la elaboración básica del yogur y no se considera como Ma’amid. En esta postura se basa nuestra autorización. (Para una mejor comprensión del tema ver libro Itsjac Ieranén, 73 y 74, del Rab Itsjac Chehebar z"l y la respuesta del Rab Obadiá Iosef).

martes, 23 de febrero de 2016

Kashrut y Mitzvot



La Kashrut y las Razones 
para cumplir con las mitzvot

Diferentes categorias de mitzvot

Nosotros estamos familiarizados con la idea judía de comer kasher. Pero lo que no está muy claro es la razón de las leyes de kashrut. La kashrut entra en una categoría de mitzvot especiales llamadas jukim. Los jukim son mandamientos cuyas razones son oscuras y no aparentes.
Las 613 mitzvot en la Torá pueden ser divididas en tres categorías diferentes:

1. Mishpatim: Estas son leyes que el hombre puede intuír por sí mismo aún si no fueron ordenadas por la Torá. La raíz de la palabra mishpatim es justicia. Estas son mitzvot que mantienen una sociedad armoniosa, como por ejemplo: "no matarás", "no robarás" y la obligación de tener un sistema de justicia.
2. Aidot: Estas son mitzvot que conmemoran hechos importantes en la historia judía. Por ejemplo, la observancia de Pesaj conmemora el Éxodo de Egipto y la fiesta de Shavuot conmemora el recibimiento de la Torá en el Monte Sinai.
3. Jukim: como ya dijimos antes, son mitzvot que su razón es oscura. Un ejemplo es el "shatnez", la prohibición de vestir una ropa que está hecha con lana y lino entremezclados. Las leyes de kashrut entran en esta categoría también.
Frecuentemente, escuchamos que las personas dicen que la comida kasher es más sana o limpia, o que los animales kasher no causan enfermedades como triquiniosis. A pesar de que esto pueda parecer ser el beneficio práctico de comer kasher, esta no es la razón por la cual la Torá nos dió esta mitzvá. Si la razón por la cual ciertas comidas están prohibidas sería porque son insanas, entonces esperaríamos que los autores de la Torá denoten una variedad de comidas venenosas como no kasher. Sin embargo, no hay comidas venenosas etiquetadas como no kasher por la Torá.
De hecho, la Torá no da razones para cumplir con la mitzvá de comer kasher, lo cual nos despierta la pregunta: ¿Por qué D'os no nos dijo las razones directamente?
Para comenzar a entender la respuesta tenemos que volver atrás y preguntarnos ¿por qué D'os hizo la categoría de Jukim en primer lugar? ¿Qué propósito tiene para nosotros hacer mandamientos cuyas razones no las entendemos?

Sin jukim, Judaísmo sería Humanismo.

Si la Torá y sus 613 mitzvot serían completamente comprensibles, ¿cómo piensan que puede afectar a nuestra relación con el Judaísmo? ¿Piensan que tener un total entendimiento sería positivo o negativo para nosotros?
Por el lado positivo, nosotros sabríamos exactamente por qué hacemos todo. Nuestros deseos intelectuales estarían absolutamente satisfechos.
Por el lado negativo, si las razones para las 613 mitzvot serían tan obvias como lo son "no matar" o "no robar", la persona podría vivir toda su vida sin detenerse a desarrollar una relación con D'os.
¿Cómo es eso? Así como hay muchas personas finas y rectas que no matan -no porque creen en D'os, sino simplemente porque entienden que está mal- los judíos de igual manera cumplirían todas las mitzvot simplemente porque concuerdan con su mente.
Entonces, eso sería humanismo y no Judaísmo. Para el judío, dejar a D'os de lado sería perder el punto completamente.
La meta del Judaísmo es que alcancemos el placer de una relación personal con D'os. D'os no necesita que nosotros comamos kasher u observemos Shabat o digamos algunos rezos por aquí y por allá. D'os es omnipotente; Él no necesita nada de nosotros. Él nos creó en función de darnos. Las mitzvot de la Torá nos fueron dadas para nuestro propio bien. Ellas nos permiten obtener lo máximo de nuestra vida.
Como la meta del Judaísmo es cultivar dentro de cada uno de nosotros la relación más profunda posible con D'os - incluyendo todos nuestros aspectos, emocionales como intelectuales - la observancia de los jukim, más que otras clases de mitzvot nos ayudan a alcanzar esta relación. Cumpir con los jukim nos ayuda a relacionarnos con D'os en niveles que van más allá de nuestro intelecto, porque actuamos desde el entendimiento de que cualquier directiva que viene de un Ser perfecto sólo puede ser para nuestro beneficio y no necesariamente porque la mitzvá en sí misma tiene sentido para nosotros.
Tengan en mente que, para alcanzar al Judaísmo en su totalidad, nosotros rechazamos la idea de compromiso basado en fe. El Judaísmo no quiere que seamos zombis; D'os nos dió inteligencia y el Judaísmo demanda que nuestro compromiso provenga de un buen pensamiento y una percepción lógica de la verdad de la existencia de D'os y Su Torá. Sin embargo, una vez que estamos racionalmente convencidos de que hay un D'os y que la Torá es verdad, entonces, es lógico creer que todos los mandamientos de D'os son para nuestro bien.
El cumplimiento de los Jukim es únicamente efectivo para reforzar este entendimiento, porque no podemos confiar en el "apoyo" de nuestro intelecto cuando los observamos. La única razón por la cual observamos los Jukim es porque D'os nos dijo que lo hagamos y nosotros sabemos que D'os sólo quiere nuestro bien.

Todo lo que viene de D'os es para el beneficio del hombre.

El Midrash (Sifri, Zot Habrajá, Os 2) dice que cuando D'os estaba preparado para entregar la Torá, la presentó primero a las naciones del mundo. Cada nación preguntó a D'os: "¿Qué está escrito en la Torá?" D'os le respondió a cada nación contándoles sobre una mitzvá que era particularmente difícil para ellos de cumplir. Por ejemplo: a las naciones que estaban empapadas en derramamiento de sangre, D'os les dijo la mitzvá de "No matar". Para aquellos envueltos en robo, D'os les mencionó "No robar".
Cada una de las naciones rechazaron la Torá, hasta que D'os llegó a los judíos. Sin dudarlo, el Pueblo Judío respondió: "Naasé Venishmá" - "Haremos y escucharemos". En otras palabras, "Lo tomamos!! Sin cuestionamientos".
Dos preguntas surgen de esto: Primero, al dirigirse a las naciones ¿Por qué D'os eligió aquellas mitzvot que Él sabía que eran especificamente difíciles para ellos de cumplir? Segundo, ¿Por qué los judíos aceptaron la Torá tan rápidamente sin chequearla primero?
Las naciones del mundo preguntaron a D'os: "¿Qué está escrito en la Torá?" porque tenían un concepto pagano de D'os. D'os puede ser más fuerte y poderoso que el hombre, pero Él tiene Sus necesidades así como las tiene el hombre. Y como el hombre puede sólo obtener lo que necesita satisfaciendo a D'os, la Torá se convierte en otra carga más, un paquete de demandas de D'os que ellos no quieren tener.
Los judíos entendieron lo que D'os es: Nuestro Padre Omnipotente, que no tiene necesidades y que creó al hombre solamente con el propósito de darle. Todo lo que emana de D'os, en consecuencia, es puramente para el beneficio y placer del hombre. Los Judíos se dieron cuenta inmediatamente que la Torá, como todo lo que D'os pone en la vida del hombre, es una oportunidad. Ellos no necesitaron probarla primero en función de decidir si la querían o no. Ellos sabían que si venía de D'os era un tesoro invaluable.
Aquí hay un ejemplo diario para ilustrar este punto: Si tienen un doctor familiar confiable que cuida a toda la familia por años, tomaría confiablemente cualquier medicación que les prescriba para curar una enfermedad, ya sea que entiendan o no el beneficio específico de la medicina. Usted sabe que él es experto y que siempre se preocupó por su bienestar. Tomar esa medicina no es una carga, porque sabe que lo ayudará a mejorarse.
Cuando se trata de D'os, el punto es más fuerte. Más allá de estar primero en el puesto, D'os es esencialmente perfecto. Su esencia es tal que Él es completamente dado y no puede errar. Es por eso que los judíos supieron sin ninguna duda que las mitzvot son solamente para el bende ellos. Las naciones del mundo quisieron entender cada mitzvá en particular, porque no reconocieron la infalibilidad de la fuente. Ellos buscaban una razón para no estar obligados, y es por eso que D'os les dió lo que querían.

Los jukim nos previenen de las racionalizaciones.

Volvamos a la pregunta: ¿Por qué las leyes de kashrut son jukim?
Tanto las leyes de kashrut como las leyes de relaciones prohibidas son jukim. Noten que ambas leyes son áreas donde las necesidades físicas del hombre más poderosas, toman lugar. Cuando el hombre va detrás de la comida y el sexo, es difícil ser completamente objetivo. Es por eso que si las bases de las leyes de kashrut o de las leyes de relaciones prohíbidas fuesen aparentes, el hombre siempre trataría de encontrar razones de por qué se le debe permitir en esta u otra ocación complacer sus deseos. Una vez que la obligación pasa al reino de la lógica, el ser humano puede venir con muchas formas de lógica rebuscada para racionalizar lo que quiere hacer. Por ejemplo: "Mi caso en particular no es un caso común" o "Yo soy suficientemente fuerte para aguantar la tentación", etc.
Es por eso que, precisamente, en las áreas de gran deseo, los jukim son muy valiosos. Cuando una mitzvá es de los jukim, la puerta para la racionalización está cerrada. O algo está permitido o está prohibido. No hay lugar para el debate o la subjetividad del razonamiento del hombre. Precisamente en áreas donde el ser humano no puede ser objetivo, donde la influencia física puede fácilmente sobrepasarlo, los jukim son de mayor necesidad. No hay lugar para el acomodo. Si tuvíeramos la oportunidad de racionalizar, la mayoría de nosotros deformaríamos la razón para complacer nuestros deseos. Es por esto que las leyes de kashrut son un jok. 

¿Tienen los jukim una razón? 

A pesar de que la razón para los jukim es difícil de entender para la mayoría de las personas, las fuentes judías nos dicen que las razones para todas las mitzvot realmente existen y fueron comprehendidas por los grandes de nuestra historia.
El libro Sefer Hajinuj (siglo XVI, Italia) escribe en relación a la Vaca Roja: "Yo he visto a mis rabinos discutir en extenso la profundidad y el gran secreto de esta mitzvá. Ellos dijeron que el Rey Salomón con su gran saiburía, llegó a entender las razones que hay detrás de todas las mitzvot de la Torá, con excepción de esta mitzvá. (Claramente, el Rey Salomón entendió las razones para los otros jukim). Rabí Iosi y Rabí Janiná dijeron: "D'os le dijo a Moshé: 'A ti solo revelaré la razón de la mitzvá de la Vaca Roja'".
Sólo D'os tiene un perfecto y completo entendimiento de la Torá. Sin embargo, a pesar de que no todo el mundo puede encontrar el completo significado detrás de cada una de las mitzvot, algún nivel de entendimiento de todas las mitzvot es claramente alcanzable por el hombre.

¿Qué es lo que ganamos al saber las razones de las mitzvot?

Si nuestro compromiso para observar la Torá está basado en nuestra relación con D'os, ¿hay algo que podemos ganar en tratar de descubrir las razones de los jukim?
Definitivamente sí. Cuando encontramos razones para las mitzvot, nuestro placer en performarlas se incrementa - porque vemos algún beneficio en lo que estamos haciendo. En hebreo, las razones que están detrás de una mitzvá se las denomina "Taamei Hamitzvot". "Taam" significa sabor. Las razones dan sabor a la mitzvá. El sabor no es la base de nuestra obligación de cumplir con las mitzvot, pero incrementa nuestra motivación cuando vemos beneficios prácticos.
El hecho de que una mitzvá particular beneficia a la salud cuando la cumplimos, no es sorprendente. Observar la Torá es sólo para nuestro bien en todos los aspectos, físico y espiritual. Sin embargo, los beneficios físicos no son de ninguna manera la meta esencial. Así como el cuerpo del ser humano es secundario a su alma, los beneficios físicos de las leyes son secundarios a los espirituales.

¿Cuáles son algunos efectos destacables de comer kasher?

En el Judaísmo, el cuerpo físico es visto como un instrumento del alma. El alma está interesada en hacer mitzvot, acciones que la acerquen a D'os, la fuente de su óptima realidad. El único e: "Tu eres lo que comes". Estudios científicos muestran que esta afirmación es correcta. Lo que introducimos en nuestro cuerpo realmente afecta nuestra personalidad.

El kashrut y el refinamiento del carácter.

La Torá también nos enseña como tratar a los animales.
A pesar de que los activistas por los derechos de los animales y los judíos observantes de la Torá están de acuerdo que los animales no deben ser tratados cruelmente, sus metas para lograrlo son muy diferentes.
Los activistas por los derechos de los animales primariamente se preocupan por los derechos y sentimientos de los animales. Para el judío, sin embargo, igualar los "derechos" del animal a los derechos humanos no es la manera de lograr un refinamiento del hombre, sino que, por el contrario, lo degrada al igualarlo con los animales.
Las leyes de kashrut no fueron dadas para elevar los derechos de los animales, sino que fueron dadas para ayudar al ser humano a desarrollar su sensibilidad hacia las creaciones de D'os. No es correcto para un ser humano, que trata de perfeccionar su carácter, tratar a los animales inadecuadamente.
Es por eso que el Judaísmo prohíbe arrancar un miembro de un animal viviente o practicar el deporte de la cacería. No podemos asustar o amenazar animales innecesariamente. Está prohibido cruzar dos animales de diferentes especies porque causa angustia al animal. Debemos ayudar rápidamente a descargar un animal que ha finalizado de transportar algo. Debemos alimentar a nuestros animales antes que a nosotros mismos (por si nos olvidamos).
Similarmente, las leyes de Shejitá son designadas para asegurar que el animal no sufra dolor en absoluto al ser matado. El cuchillo debe estar extremadamente filoso para que la incisión sea indolora y la arteria principal al cerebro es cortada a simple contacto y de esa manera el animal no siente dolor.
Estas leyes son para que el hombre mantenga y desarrolle su sensibilidad humana y mejore sus cualidades.

¿Por qué los judíos no comen sangre? 

La Torá dice (Levíticus 17:10): "Está prohibido comer sangre…porque el alma de todas las creaturas está en la sangre".
Como está descripto en Génesis 2:7, cada ser humano tiene un "nefesh" y una "neshamá". El nefesh es definido como el alma de un animal - la fuerza de vida, el instinto y el impulso animal. La neshamá, en contraste, es un componente puramente espiritual, una chispa Divina que distingue al hombre del animal. Esta es la parte denosotros que ansía por espiritualidad y cercanía a D'os.
El mensaje de la Torá, cuando nos dice que no comamos sangre, es: "No tomes el instinto del animal, la fuerza de vida del animal e incrementa su prominencia dentro de tu personalidad. Disminuye esa parte tuya y aumenta tu aspecto espiritual".

¿Por qué no se puede comer hamburguesa con queso (cheeseburgers)?

La Torá nos ordena: "No cocinarás a un cabrito en la leche de su madre" (Éxodo 23:6). La Ley Oral explica que esta es la prohibición de mezclar carne con leche.
Una posible explicación para esta separación es que la carne es tomada de un animal que se lo ha matado. Esto representa al cuerpo físico y finito, que finalmente terminará en la muerte. Por otro lado, la leche es una fuerza de vida esencial, es una simple sustancia mediante la cual una madre puede alimentar a su hijo. Es por eso que la leche puede ser comparada con la espiritualidad, que alimenta nuestra conección con la vida eterna.
El Judaísmo quiere que estemos alerta en todo nivel - conciente y subconciente - de la diferencia entre lo que conduce a la vida y lo que conduce a la muerte. Aunque nosotros alimentemos a nuestro cuerpo físico (en realidad, D'os nos permite comer carne sola para que nuestros cuerpos estén sanos), nosotros no debemos mezclarlo con leche. Nunca debemos hacer que nuestro cuerpo físico sea nuestra meta en la vida. Nunca debemos empañar la diferencia entre el mundo físico y mortal y el mundo que es nuestra meta final, el mundo de la espiritualidad, de la vida eterna. Es por esto que carne y leche deben separarse.

La última palabra: D'os lo ordenó.

A pesar de que ofrecimos algunas razones para explicar un poco las leyes de kashrut, no debemos perder de vista la razón principal por la cual cumplimos con las mitzvot: D'os lo ordenó. Como explica Rabí Samson Rafael Hirsh (siglo XIX, Alemania): "Así como las leyes de la Naturaleza son incambiables (a pesar de cualquier opinión que tenga el hombre) todas las especulaciones sobre las leyes de la Torá pueden sólo ser una iluminación de nuesrta propia mente, pero nunca la causa para su validez; porque la "causa causarum" de las leyes de la Naturaleza y de las leyes de la Torá es: D'os" (Horeb).

Nuestro postre: Una historia para terminar.

Esta historia le ocurrió a uno de los conferencistas del programa de Discovery de Aish HaTorá, Dr Andrew Goldfinger.
Dr Goldfinger fue un estudiante Rodas en la Universidad de Oxford. Varias veces al año, Oxford invita a sus estudiantes a banquetes especiales asistidos por personas importantes. Cuando los estudiantes entran al salón del banquete, son anunciados en la puerta, se los ubica formalmente en sus respectivos lugares y luego se sirve la cena. Como el Dr Goldfinger es un judío ortodoxo, siempre requiere por adelantado que le sirvan comida kasher. En una de estas ocaciones, Dr Goldfinger estaba parado detrás de un famoso autor judío. Como la mayoría de los estudiantes, él estaba un poco nervioso. Finalmente anunciaron su nombre y lo llevaron hasta su lugar y fue ubicado al lado del autor.
La comida fue servida. Después de que todos recibieron un elegante plato preparado con los cortes de carne más finos, llegó la comida kasher del Dr Goldfinger: una lata de atún sin abrir y una manzana - en plato descartable.
De repente, este autor giró hacia el Dr Goldfinger y en voz suficientemente alta para que toda la asamblea lo escuche, dijo: "Miren aquí. Ambos somos judíos. Pero yo estoy comiendo la comida de Freud, Mozart, Beethoven y Voltaire mientras que tu estás comiendo la comida de nadie importante en absoluto."
Goldfinger casi se desmaya de la vergüenza. Abrió su boca para contestar pero estaba tan nervioso que no pudo pronunciar ni una palabra.
Dr Goldfinger dijo: "Desde aquel día, he recordado esa escena en mi mente miles de veces, preguntándome que podría haber contestado. Yo me doy cuenta ahora que tendría que haber dicho lo siguiente:
"Es verdad que usted está comiendo la comida de Freud y Mozart. Pero yo estoy comiendo la comida de Abraham, Itzjak , Iaacov, Moshé, El Rey David, Maimónides y el Gaón de Vilna. De hecho, es justamente porque comieron esta clase de comida que ninguno de ellos nunca fue tan cruel de humillar a otra persona en público como usted acaba de hacerlo".

Porque Comer Casher





El año pasado visité el Museo del Holocausto en Washington D.C. Tenía un pase a la cafetería y pregunté si tenían comida Casher (según la ley judía: apta para ser ingerida). La mujer detrás de la caja registradora contestó: “sí, tenemos algunos sandwiches envueltos y cerrados, pero también tenemos mucha comida tipo casher”.
Me compré un sandwich y lo comí mientras pensaba en lo que ella dijo: ¿Qué es comida “tipo casher”? ¿Es realmente casher o “se ve” casher?
Hay dos señales para saber si un mamífero es casher: la pezuña debe ser completamente partida y debe ser rumiante. El cerdo sólo tiene una señal - la pezuña partida y por lo tanto no es casher. Un Midrash plantea que podemos aprender una lección importante de los cerdos, pues ellos se acuestan en el piso con sus patas extendidas hacia adelante enseñando sus pezuñas partidas como si te estuvieran diciendo “Mírame, soy casher”. Y hay una lección sutil o no tan sutil en esto: no debemos juzgar por nuestras apariencias, sino sólo por hechos y realidades.
La mayoría de los judíos el día de hoy no observan las leyes de cashrut. Frecuentemente, si le preguntas a alguien que no come casher por qué la Torá tiene leyes alimenticias, él te dirá que la razón es porque Moisés no tenía la supervisión del Ministerio de Salud Pública para asegurarse de que los puercos sean sanos y que no tuvieran triquinosis.
Esta es una explicación interesante pero todavía no explica por qué para que un pez sea casher necesita tener escamas y aletas; por qué la fruta de los árboles no puede ser comida antes del cuarto año de haber sido plantado; por qué los animales deben de ser matados de una manera específica; por qué debe ser removida toda la sangre de la carne antes de poder ser ingerida; por qué la leche y la carne no deben ser comidas en conjunto; por qué los mariscos, insectos y otros animales de la tierra y del mar, así como los pájaros que cazan sus presas y la leche de animales prohibidos, también están prohibidos.
Probablemente la mejor respuesta para ofrecerle a aquellos que mantienen que la Torá ordenó la cashrut por razones higiénicas es repasar junto a ellos algunos de los platillos tradicionales de la tradicional cocina judía europea: el hígado en todas sus variedades, los grivines (pieles de pollo fritas) y el cholent (guisado de shabat) alcanzarán para que él vea que una comida puede ser casher, a la vez que representa un boleto en primera clase para llegar a un ataque cardiaco!

Comida Convencional

En todas las discusiones de la vida, es importante tener claras dos cosas antes de llegar a una conclusión: las definiciones y los hechos. Si no definimos nuestros términos, perdemos mucho tiempo antes de llegar a clarificar el tema del cuál estamos hablando. Y si no tenemos delante nuestro los hechos, podemos acabar haciendo el ridículo.
Entonces, volvamos a nuestra pregunta: ¿Por qué los judíos comen Casher?
Las dos razones por las cuales los judíos siempre han cuidado las leyes de la cashrut es porque los judíos creen: 1) que existe un D-os que creó el mundo, lo sostiene y mantiene, y también lo supervisa, y 2) que D-os concertó un pacto con el pueblo judío y les dio la Torá, obligando a los judíos a observar y cumplir sus mandamientos, y las leyes de la cashrut son parte de este compromiso.
Claro, además, la cashrut nos aporta muchos beneficios (inclusive algunos relacionados con la salud!), pero estos son “beneficios” y no “razones”. D-os quiere que usemos nuestro intelecto y entendamos las mitzvot de la mejor manera que podamos.

Cinco Buenas Razones

En ésta época, la mayoría de los judíos desgraciadamente no comen casher. ¿Por qué no?
¿Por qué piensan que son más sabios que nuestros antepasados y creen saber más que ellos, entonces evalúan la información y concluyen en que ya no sirve cuidar la cashrut? ¿O debido a un alejamiento de la observancia de las mitzvot a través de los años y las generaciones, a causa de las "circunstancias" del mundo moderno?
Apuesto que el 99% de la gente contestará que la respuesta correcta es la última. No sabemos lo que nuestros antepasados sabían y estamos cómodos al seguir haciendo lo que vinimos haciendo hasta ahora.
¿Qué es lo que nos puede motivar a cumplir las leyes de cashrut? Bueno, si realmente supiéramos que existe un D-os que nos dio la Torá y que tenemos un convenio con Él - de cumplir la Torá - probablemente esto motivaría a algunas personas. Pero después me imagino la pregunta: "¿Qué? ¿Quieres que compre platos, cubiertos, ollas y sartenes nuevas? ¿Estás loco? ¿Te das cuenta cuán difícil es cuidar la cashrut? Esto me cambia la cocina y la vida!".
Pero todo en la vida tiene un costo. La única pregunta es si uno cree que la inversión vale la pena. Una persona sólo va a hacer lo que crea que es mejor para sus intereses.
Si sabrías que cuidar la cashrut también te garantizaría que tus hijos se casen con una persona judía y que tendrás nietos judíos, ¿esto sería una motivación para ti? Si supieras que al comer casher tal vez serás un poco más sano, que ayudarías a tu espiritualidad, que estarías ejercitando tu disciplina personal, y que esto te inculcaría algunos valores morales, ¿esto te provocaría profundizar más en el cumplimiento de esta mitzvá?
Probablemente los siguientes puntos serán temas de reflexión:
Higiene: Hay muchas leyes de la Torá que promueven la salud. El judaísmo prohibe comer animales que murieron solos (sin que se las hay hecho la shejitá), así como también prohibe comer la sangre de los mismos (que es un buen medio para el desarrollo de bacterias). El judaísmo también prohibe comer animales que tienen abscesos en sus pulmones y/o otros problemas de salud.
Moluscos, almejas, langostas (y cangrejos) que pueden provocar una tifoidea y son una fuente de urticaria (una afección de la piel neurótica) no están en la dieta de la Torá. La carne y la leche se digieren de distinta manera razón por la cual al comerlos separados al cuerpo no le es tan difícil procesarlos. Pájaros de rapiña no son casher, pues las hormonas producidas por la tensión de los mismos pueden hacer a la carne no saludable.
Lecciones Morales: La Torá nos enseña a ser sensibles a las necesidades de los demás - inclusive a los sentimientos de los animales. Está prohibido matar a una madre y a su criatura el mismo día, y también tenemos el famoso: “No cocines al cabrito en la leche de su madre”. No podemos remover un miembro del animal mientras siga vivo (hasta el día de hoy entre los gentiles, una práctica común antes de ser refrigerado). Cuando alguien mata a un animal, esto debe ser hecho intentando causar el menor dolor posible: existe un cuchillo especial que es tan filoso que inclusive el rasguño más pequeño lo hace no apto para ser utilizado.
Razones Nacionales: El pueblo judío tiene una misión de letakén et haolam - reparar al mundo. Una dieta especial nos recuerda nuestra misión y nos mantiene juntos como un solo pueblo para poder realizar esto.
(Además, el matrimonio con gente no judía es dificultoso cuando tienes que llevar a una niña no judía a un restaurante casher; o si vas a la casa de tu futura suegra y no puedes comer su comida).
Comer casher es también un recordatorio del agradecimiento que le debemos al Todopoderoso por sacar a los judíos de Egipto, y un símbolo del convenio sagrado (ver Lev. 11:45-47).
Mística: La Torá llama a los judíos un pueblo “sagrado”, y les prescribe una dieta sagrada (Deut. 14:2-4). Eres lo que comes. La cashrut es la dieta de D-os para desarrollar la espiritualidad. El misticismo judío nos enseña que la comida no casher bloquea el potencial espiritual del alma. Los animales casher - propiamente matados y preparados - tienen más “chispas de santidad” (concepto kabalístico) que serán incorporados a nuestro ser.
Disciplina: Si una persona puede ser disciplinada en lo que come y dónde come, podrá ser disciplinado en otras áreas de la vida también. La cashrut requiere que después de comer carne uno deba esperar seis horas antes de comer productos lácteos.

Aprender Más

Si no estás de acuerdo con estas aseveraciones, está bien. Porque la razón real por la cual comemos casher es porque D-os nos lo ordenó en la Torá, y el pueblo judío está conectado con D-os mediante el pacto de cuidar los mandamientos de esa Torá.
¿Cómo sabemos que existe un D-os, y que D-os nos dio la Torá? Para obtener estas respuestas, debes leer primero "Permiso Para Creer" y "Permiso Para Recibir", de Lawrence Keleman.
Para aprender más de cashrut busca el libro de “la cocina casher”, del Rabino Zeev Grinwald - es una guía práctica e ilustrada que elimina el misterio y la confusión en cuidar la cashrut.
Claro, el Todopoderoso no quiere que nos volvamos neuróticos. Si uno quiere mejorar su observancia de Torá, debe hacerlo de una forma inteligente; calculando sus pasos. Así como un padre se conmueve al ver los primeros pasos de su bebe, el Todopoderoso valora nuestros primeros pasos hacia el cumplimiento de Su Torá. Haz todo lo que puedas ahora, con el pensamiento de hacer más después.
Este es el acercamiento sano hacia el Todopoderoso - cumplir Sus mitzvot y obtener también sus beneficios.