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martes, 23 de febrero de 2016

Kashrut y Mitzvot



La Kashrut y las Razones 
para cumplir con las mitzvot

Diferentes categorias de mitzvot

Nosotros estamos familiarizados con la idea judía de comer kasher. Pero lo que no está muy claro es la razón de las leyes de kashrut. La kashrut entra en una categoría de mitzvot especiales llamadas jukim. Los jukim son mandamientos cuyas razones son oscuras y no aparentes.
Las 613 mitzvot en la Torá pueden ser divididas en tres categorías diferentes:

1. Mishpatim: Estas son leyes que el hombre puede intuír por sí mismo aún si no fueron ordenadas por la Torá. La raíz de la palabra mishpatim es justicia. Estas son mitzvot que mantienen una sociedad armoniosa, como por ejemplo: "no matarás", "no robarás" y la obligación de tener un sistema de justicia.
2. Aidot: Estas son mitzvot que conmemoran hechos importantes en la historia judía. Por ejemplo, la observancia de Pesaj conmemora el Éxodo de Egipto y la fiesta de Shavuot conmemora el recibimiento de la Torá en el Monte Sinai.
3. Jukim: como ya dijimos antes, son mitzvot que su razón es oscura. Un ejemplo es el "shatnez", la prohibición de vestir una ropa que está hecha con lana y lino entremezclados. Las leyes de kashrut entran en esta categoría también.
Frecuentemente, escuchamos que las personas dicen que la comida kasher es más sana o limpia, o que los animales kasher no causan enfermedades como triquiniosis. A pesar de que esto pueda parecer ser el beneficio práctico de comer kasher, esta no es la razón por la cual la Torá nos dió esta mitzvá. Si la razón por la cual ciertas comidas están prohibidas sería porque son insanas, entonces esperaríamos que los autores de la Torá denoten una variedad de comidas venenosas como no kasher. Sin embargo, no hay comidas venenosas etiquetadas como no kasher por la Torá.
De hecho, la Torá no da razones para cumplir con la mitzvá de comer kasher, lo cual nos despierta la pregunta: ¿Por qué D'os no nos dijo las razones directamente?
Para comenzar a entender la respuesta tenemos que volver atrás y preguntarnos ¿por qué D'os hizo la categoría de Jukim en primer lugar? ¿Qué propósito tiene para nosotros hacer mandamientos cuyas razones no las entendemos?

Sin jukim, Judaísmo sería Humanismo.

Si la Torá y sus 613 mitzvot serían completamente comprensibles, ¿cómo piensan que puede afectar a nuestra relación con el Judaísmo? ¿Piensan que tener un total entendimiento sería positivo o negativo para nosotros?
Por el lado positivo, nosotros sabríamos exactamente por qué hacemos todo. Nuestros deseos intelectuales estarían absolutamente satisfechos.
Por el lado negativo, si las razones para las 613 mitzvot serían tan obvias como lo son "no matar" o "no robar", la persona podría vivir toda su vida sin detenerse a desarrollar una relación con D'os.
¿Cómo es eso? Así como hay muchas personas finas y rectas que no matan -no porque creen en D'os, sino simplemente porque entienden que está mal- los judíos de igual manera cumplirían todas las mitzvot simplemente porque concuerdan con su mente.
Entonces, eso sería humanismo y no Judaísmo. Para el judío, dejar a D'os de lado sería perder el punto completamente.
La meta del Judaísmo es que alcancemos el placer de una relación personal con D'os. D'os no necesita que nosotros comamos kasher u observemos Shabat o digamos algunos rezos por aquí y por allá. D'os es omnipotente; Él no necesita nada de nosotros. Él nos creó en función de darnos. Las mitzvot de la Torá nos fueron dadas para nuestro propio bien. Ellas nos permiten obtener lo máximo de nuestra vida.
Como la meta del Judaísmo es cultivar dentro de cada uno de nosotros la relación más profunda posible con D'os - incluyendo todos nuestros aspectos, emocionales como intelectuales - la observancia de los jukim, más que otras clases de mitzvot nos ayudan a alcanzar esta relación. Cumpir con los jukim nos ayuda a relacionarnos con D'os en niveles que van más allá de nuestro intelecto, porque actuamos desde el entendimiento de que cualquier directiva que viene de un Ser perfecto sólo puede ser para nuestro beneficio y no necesariamente porque la mitzvá en sí misma tiene sentido para nosotros.
Tengan en mente que, para alcanzar al Judaísmo en su totalidad, nosotros rechazamos la idea de compromiso basado en fe. El Judaísmo no quiere que seamos zombis; D'os nos dió inteligencia y el Judaísmo demanda que nuestro compromiso provenga de un buen pensamiento y una percepción lógica de la verdad de la existencia de D'os y Su Torá. Sin embargo, una vez que estamos racionalmente convencidos de que hay un D'os y que la Torá es verdad, entonces, es lógico creer que todos los mandamientos de D'os son para nuestro bien.
El cumplimiento de los Jukim es únicamente efectivo para reforzar este entendimiento, porque no podemos confiar en el "apoyo" de nuestro intelecto cuando los observamos. La única razón por la cual observamos los Jukim es porque D'os nos dijo que lo hagamos y nosotros sabemos que D'os sólo quiere nuestro bien.

Todo lo que viene de D'os es para el beneficio del hombre.

El Midrash (Sifri, Zot Habrajá, Os 2) dice que cuando D'os estaba preparado para entregar la Torá, la presentó primero a las naciones del mundo. Cada nación preguntó a D'os: "¿Qué está escrito en la Torá?" D'os le respondió a cada nación contándoles sobre una mitzvá que era particularmente difícil para ellos de cumplir. Por ejemplo: a las naciones que estaban empapadas en derramamiento de sangre, D'os les dijo la mitzvá de "No matar". Para aquellos envueltos en robo, D'os les mencionó "No robar".
Cada una de las naciones rechazaron la Torá, hasta que D'os llegó a los judíos. Sin dudarlo, el Pueblo Judío respondió: "Naasé Venishmá" - "Haremos y escucharemos". En otras palabras, "Lo tomamos!! Sin cuestionamientos".
Dos preguntas surgen de esto: Primero, al dirigirse a las naciones ¿Por qué D'os eligió aquellas mitzvot que Él sabía que eran especificamente difíciles para ellos de cumplir? Segundo, ¿Por qué los judíos aceptaron la Torá tan rápidamente sin chequearla primero?
Las naciones del mundo preguntaron a D'os: "¿Qué está escrito en la Torá?" porque tenían un concepto pagano de D'os. D'os puede ser más fuerte y poderoso que el hombre, pero Él tiene Sus necesidades así como las tiene el hombre. Y como el hombre puede sólo obtener lo que necesita satisfaciendo a D'os, la Torá se convierte en otra carga más, un paquete de demandas de D'os que ellos no quieren tener.
Los judíos entendieron lo que D'os es: Nuestro Padre Omnipotente, que no tiene necesidades y que creó al hombre solamente con el propósito de darle. Todo lo que emana de D'os, en consecuencia, es puramente para el beneficio y placer del hombre. Los Judíos se dieron cuenta inmediatamente que la Torá, como todo lo que D'os pone en la vida del hombre, es una oportunidad. Ellos no necesitaron probarla primero en función de decidir si la querían o no. Ellos sabían que si venía de D'os era un tesoro invaluable.
Aquí hay un ejemplo diario para ilustrar este punto: Si tienen un doctor familiar confiable que cuida a toda la familia por años, tomaría confiablemente cualquier medicación que les prescriba para curar una enfermedad, ya sea que entiendan o no el beneficio específico de la medicina. Usted sabe que él es experto y que siempre se preocupó por su bienestar. Tomar esa medicina no es una carga, porque sabe que lo ayudará a mejorarse.
Cuando se trata de D'os, el punto es más fuerte. Más allá de estar primero en el puesto, D'os es esencialmente perfecto. Su esencia es tal que Él es completamente dado y no puede errar. Es por eso que los judíos supieron sin ninguna duda que las mitzvot son solamente para el bende ellos. Las naciones del mundo quisieron entender cada mitzvá en particular, porque no reconocieron la infalibilidad de la fuente. Ellos buscaban una razón para no estar obligados, y es por eso que D'os les dió lo que querían.

Los jukim nos previenen de las racionalizaciones.

Volvamos a la pregunta: ¿Por qué las leyes de kashrut son jukim?
Tanto las leyes de kashrut como las leyes de relaciones prohibidas son jukim. Noten que ambas leyes son áreas donde las necesidades físicas del hombre más poderosas, toman lugar. Cuando el hombre va detrás de la comida y el sexo, es difícil ser completamente objetivo. Es por eso que si las bases de las leyes de kashrut o de las leyes de relaciones prohíbidas fuesen aparentes, el hombre siempre trataría de encontrar razones de por qué se le debe permitir en esta u otra ocación complacer sus deseos. Una vez que la obligación pasa al reino de la lógica, el ser humano puede venir con muchas formas de lógica rebuscada para racionalizar lo que quiere hacer. Por ejemplo: "Mi caso en particular no es un caso común" o "Yo soy suficientemente fuerte para aguantar la tentación", etc.
Es por eso que, precisamente, en las áreas de gran deseo, los jukim son muy valiosos. Cuando una mitzvá es de los jukim, la puerta para la racionalización está cerrada. O algo está permitido o está prohibido. No hay lugar para el debate o la subjetividad del razonamiento del hombre. Precisamente en áreas donde el ser humano no puede ser objetivo, donde la influencia física puede fácilmente sobrepasarlo, los jukim son de mayor necesidad. No hay lugar para el acomodo. Si tuvíeramos la oportunidad de racionalizar, la mayoría de nosotros deformaríamos la razón para complacer nuestros deseos. Es por esto que las leyes de kashrut son un jok. 

¿Tienen los jukim una razón? 

A pesar de que la razón para los jukim es difícil de entender para la mayoría de las personas, las fuentes judías nos dicen que las razones para todas las mitzvot realmente existen y fueron comprehendidas por los grandes de nuestra historia.
El libro Sefer Hajinuj (siglo XVI, Italia) escribe en relación a la Vaca Roja: "Yo he visto a mis rabinos discutir en extenso la profundidad y el gran secreto de esta mitzvá. Ellos dijeron que el Rey Salomón con su gran saiburía, llegó a entender las razones que hay detrás de todas las mitzvot de la Torá, con excepción de esta mitzvá. (Claramente, el Rey Salomón entendió las razones para los otros jukim). Rabí Iosi y Rabí Janiná dijeron: "D'os le dijo a Moshé: 'A ti solo revelaré la razón de la mitzvá de la Vaca Roja'".
Sólo D'os tiene un perfecto y completo entendimiento de la Torá. Sin embargo, a pesar de que no todo el mundo puede encontrar el completo significado detrás de cada una de las mitzvot, algún nivel de entendimiento de todas las mitzvot es claramente alcanzable por el hombre.

¿Qué es lo que ganamos al saber las razones de las mitzvot?

Si nuestro compromiso para observar la Torá está basado en nuestra relación con D'os, ¿hay algo que podemos ganar en tratar de descubrir las razones de los jukim?
Definitivamente sí. Cuando encontramos razones para las mitzvot, nuestro placer en performarlas se incrementa - porque vemos algún beneficio en lo que estamos haciendo. En hebreo, las razones que están detrás de una mitzvá se las denomina "Taamei Hamitzvot". "Taam" significa sabor. Las razones dan sabor a la mitzvá. El sabor no es la base de nuestra obligación de cumplir con las mitzvot, pero incrementa nuestra motivación cuando vemos beneficios prácticos.
El hecho de que una mitzvá particular beneficia a la salud cuando la cumplimos, no es sorprendente. Observar la Torá es sólo para nuestro bien en todos los aspectos, físico y espiritual. Sin embargo, los beneficios físicos no son de ninguna manera la meta esencial. Así como el cuerpo del ser humano es secundario a su alma, los beneficios físicos de las leyes son secundarios a los espirituales.

¿Cuáles son algunos efectos destacables de comer kasher?

En el Judaísmo, el cuerpo físico es visto como un instrumento del alma. El alma está interesada en hacer mitzvot, acciones que la acerquen a D'os, la fuente de su óptima realidad. El único e: "Tu eres lo que comes". Estudios científicos muestran que esta afirmación es correcta. Lo que introducimos en nuestro cuerpo realmente afecta nuestra personalidad.

El kashrut y el refinamiento del carácter.

La Torá también nos enseña como tratar a los animales.
A pesar de que los activistas por los derechos de los animales y los judíos observantes de la Torá están de acuerdo que los animales no deben ser tratados cruelmente, sus metas para lograrlo son muy diferentes.
Los activistas por los derechos de los animales primariamente se preocupan por los derechos y sentimientos de los animales. Para el judío, sin embargo, igualar los "derechos" del animal a los derechos humanos no es la manera de lograr un refinamiento del hombre, sino que, por el contrario, lo degrada al igualarlo con los animales.
Las leyes de kashrut no fueron dadas para elevar los derechos de los animales, sino que fueron dadas para ayudar al ser humano a desarrollar su sensibilidad hacia las creaciones de D'os. No es correcto para un ser humano, que trata de perfeccionar su carácter, tratar a los animales inadecuadamente.
Es por eso que el Judaísmo prohíbe arrancar un miembro de un animal viviente o practicar el deporte de la cacería. No podemos asustar o amenazar animales innecesariamente. Está prohibido cruzar dos animales de diferentes especies porque causa angustia al animal. Debemos ayudar rápidamente a descargar un animal que ha finalizado de transportar algo. Debemos alimentar a nuestros animales antes que a nosotros mismos (por si nos olvidamos).
Similarmente, las leyes de Shejitá son designadas para asegurar que el animal no sufra dolor en absoluto al ser matado. El cuchillo debe estar extremadamente filoso para que la incisión sea indolora y la arteria principal al cerebro es cortada a simple contacto y de esa manera el animal no siente dolor.
Estas leyes son para que el hombre mantenga y desarrolle su sensibilidad humana y mejore sus cualidades.

¿Por qué los judíos no comen sangre? 

La Torá dice (Levíticus 17:10): "Está prohibido comer sangre…porque el alma de todas las creaturas está en la sangre".
Como está descripto en Génesis 2:7, cada ser humano tiene un "nefesh" y una "neshamá". El nefesh es definido como el alma de un animal - la fuerza de vida, el instinto y el impulso animal. La neshamá, en contraste, es un componente puramente espiritual, una chispa Divina que distingue al hombre del animal. Esta es la parte denosotros que ansía por espiritualidad y cercanía a D'os.
El mensaje de la Torá, cuando nos dice que no comamos sangre, es: "No tomes el instinto del animal, la fuerza de vida del animal e incrementa su prominencia dentro de tu personalidad. Disminuye esa parte tuya y aumenta tu aspecto espiritual".

¿Por qué no se puede comer hamburguesa con queso (cheeseburgers)?

La Torá nos ordena: "No cocinarás a un cabrito en la leche de su madre" (Éxodo 23:6). La Ley Oral explica que esta es la prohibición de mezclar carne con leche.
Una posible explicación para esta separación es que la carne es tomada de un animal que se lo ha matado. Esto representa al cuerpo físico y finito, que finalmente terminará en la muerte. Por otro lado, la leche es una fuerza de vida esencial, es una simple sustancia mediante la cual una madre puede alimentar a su hijo. Es por eso que la leche puede ser comparada con la espiritualidad, que alimenta nuestra conección con la vida eterna.
El Judaísmo quiere que estemos alerta en todo nivel - conciente y subconciente - de la diferencia entre lo que conduce a la vida y lo que conduce a la muerte. Aunque nosotros alimentemos a nuestro cuerpo físico (en realidad, D'os nos permite comer carne sola para que nuestros cuerpos estén sanos), nosotros no debemos mezclarlo con leche. Nunca debemos hacer que nuestro cuerpo físico sea nuestra meta en la vida. Nunca debemos empañar la diferencia entre el mundo físico y mortal y el mundo que es nuestra meta final, el mundo de la espiritualidad, de la vida eterna. Es por esto que carne y leche deben separarse.

La última palabra: D'os lo ordenó.

A pesar de que ofrecimos algunas razones para explicar un poco las leyes de kashrut, no debemos perder de vista la razón principal por la cual cumplimos con las mitzvot: D'os lo ordenó. Como explica Rabí Samson Rafael Hirsh (siglo XIX, Alemania): "Así como las leyes de la Naturaleza son incambiables (a pesar de cualquier opinión que tenga el hombre) todas las especulaciones sobre las leyes de la Torá pueden sólo ser una iluminación de nuesrta propia mente, pero nunca la causa para su validez; porque la "causa causarum" de las leyes de la Naturaleza y de las leyes de la Torá es: D'os" (Horeb).

Nuestro postre: Una historia para terminar.

Esta historia le ocurrió a uno de los conferencistas del programa de Discovery de Aish HaTorá, Dr Andrew Goldfinger.
Dr Goldfinger fue un estudiante Rodas en la Universidad de Oxford. Varias veces al año, Oxford invita a sus estudiantes a banquetes especiales asistidos por personas importantes. Cuando los estudiantes entran al salón del banquete, son anunciados en la puerta, se los ubica formalmente en sus respectivos lugares y luego se sirve la cena. Como el Dr Goldfinger es un judío ortodoxo, siempre requiere por adelantado que le sirvan comida kasher. En una de estas ocaciones, Dr Goldfinger estaba parado detrás de un famoso autor judío. Como la mayoría de los estudiantes, él estaba un poco nervioso. Finalmente anunciaron su nombre y lo llevaron hasta su lugar y fue ubicado al lado del autor.
La comida fue servida. Después de que todos recibieron un elegante plato preparado con los cortes de carne más finos, llegó la comida kasher del Dr Goldfinger: una lata de atún sin abrir y una manzana - en plato descartable.
De repente, este autor giró hacia el Dr Goldfinger y en voz suficientemente alta para que toda la asamblea lo escuche, dijo: "Miren aquí. Ambos somos judíos. Pero yo estoy comiendo la comida de Freud, Mozart, Beethoven y Voltaire mientras que tu estás comiendo la comida de nadie importante en absoluto."
Goldfinger casi se desmaya de la vergüenza. Abrió su boca para contestar pero estaba tan nervioso que no pudo pronunciar ni una palabra.
Dr Goldfinger dijo: "Desde aquel día, he recordado esa escena en mi mente miles de veces, preguntándome que podría haber contestado. Yo me doy cuenta ahora que tendría que haber dicho lo siguiente:
"Es verdad que usted está comiendo la comida de Freud y Mozart. Pero yo estoy comiendo la comida de Abraham, Itzjak , Iaacov, Moshé, El Rey David, Maimónides y el Gaón de Vilna. De hecho, es justamente porque comieron esta clase de comida que ninguno de ellos nunca fue tan cruel de humillar a otra persona en público como usted acaba de hacerlo".