LA SANGRE QUE SE HALLA EN LOS HUEVOS
La sangre que se halla en los huevos es prohibida consumirla, pues de la
misma se originará un pollo y dicho pollo se considera un ave, cuya sangre es
prohibido consumirla de la Toráh; por lo tanto, también la sangre hallada en
los huevos es prohibida según la ley de la Toráh. Esta es la opinión del RoSh y
de los Tosafot. Sin embargo, de acuerdo con la opinión de RaMbaM la sangre que
se halla en los huevos no es prohibida sino por los Jajamim, pues aun cuando la
misma dará origen a un pollo, siendo que todavía no se completó la creación del
ave, definitivamente no es considerada un pollo y por lo tanto su sangre no
está prohibida según la Toráh sino sólo por los Jajamim, como un vallado
dirigido a evitar el consumo de sangre de ave.
Existe casos en el que la totalidad del huevo queda prohibido si se
halla en el mismo, sangre, y otros en que no se prohíbe todo el huevo sino
se elimina la sangre de este y se puede consumir el resto.
Si se hallara incluso una mínima porción de sangre en la yema del huevo,
esto prohíbe todo el huevo. Sin embargo, si la sangre apareciera en la clara
del huevo, se puede eliminar la sangre y el resto del huevo será permitido.
Esta es la opinión de Maran (Rabi Iosef Caro) en su obra, Shuljan Aruj, sin embargo,
RaMa escribió que en cualquier lugar en que se halle sangre en el huevo la
misma prohíbe todo el huevo. La costumbre sefaradí se rige de acuerdo con la
opinión de Maran, pues recibimos sus dictámenes.
Aun cuando según la halajáh la sangre hallada en los huevos es prohibido
consumirla, de todas formas, no existe una obligación halájica de revisar cada
huevo que se consume, pues nos apoyamos en que la mayoría de los huevos no
tiene sangre. De acuerdo con la halajáh, es posible apoyarse en esta mayoría,
sin embargo, en caso de que desee consumir el huevo frito o romper una cantidad
de huevos para el horneado, etc. es costumbre revisar los mismos –vaciándolos
en un vaso de vidrio u otro objeto- debido a la sangre que eventualmente pueda
hallarse en ellos, ya que de todas formas abrirá los huevos por lo que es
posible revisarlos y así evitar la trasgresión de consumir sangre.
Sin embargo, si desea cocinar huevos duros en una cacerola, o agregarlos
a la olla en la que prepara la comida para Shabat, aunque después de la cocción
no será posible distinguir si los huevos tenían sangre –o la persona que desea
tomar un huevo pasado por agua sin revisarlo- podrá hacerlo sin ninguna
restricción, pues el principio halájico de la mayoría autoriza el consumo.
Ciertamente, en la obra Queneset Haguedolá escribe que existen
persona que se abstienen de comer huevos sin revisarlos, e incluso cuando
desean comer un huevo hervido acostumbran a vaciar el contenido de este en un
vaso, revisarlo y posteriormente volver a introducirlo en su cáscara, cierran
el hueco por donde lo vaciaron y solo después lo cocinan. De todas formas,
según la halajá, consideramos que no hay lugar para esta conducta, pues
escribió Maharah”u (Rabbenu Haim Vital Z”L) que vio cómo su maestro, el santo Ari
Hakadosh consumía huevos hervidos sin revisar previamente si los mismos tenían
sangre, y citó distintas pruebas del Talmud que indican que no es necesario
tener en cuenta la opinión estricta en este caso. Todo esto es citado por el
gran erudito Rabbenu HaJida en su obra Birké Yosef, donde
concluye que tras haberse descubierto la santa opinión de nuestro maestro
Rabbenu Haar”i, no es necesario tomar en cuenta ninguna opinión estricta al
respecto.