¿Sabías
que los higos no son una fruta?
Son
una flor y además tienen insectos muertos adentro
Los higos tienen una
historia muy curiosa. En primer lugar deberías saber que técnicamente no
son una fruta sino que una infrutescencia (un conjunto de frutos).
Y en segundo que necesitan de una sacrificada avispa para reproducirse, insecto
que muere dentro del higo. Sí, es probable lo que tú comes contenga cadáveres de
avispa.
En palabras simples los
higos son una especie de flores invertidas que florecen dentro de esa gran
vaina oscura con tonos rojizos que conocemos como higo. Cada flor produce
un único fruto de cáscara dura y una sola semilla llamado «aquenio». El higo
está formado por múltiples aquenios, que son los que le dan esa textura
crujiente tan característica. Por lo tanto, cuando nos comemos un higo, nos estamos
comiendo cientos de frutos.
Pero
lo más sorprendente el proceso de polinización especial que necesitan las flores
del higo para reproducirse. Ellas no pueden depender
de que el viento o las abejas les hagan llegar el polen como otros frutos por
lo que necesitan una especie conocida como las avispas de los higos. Estos
insectos transportan su material genético y permiten su reproducción. Por
su parte las avispas no podrían vivir sin los higos, porque depositan sus
larvas en el interior de la fruta. Esta relación se conoce como
simbiosis o mutualismo.
Así
funciona el proceso:
La avispa
hembra se mete en el higo masculino, tranquilo este no se come, para poner
huevos. El higo macho tiene una forma especial para albergar en su interior los
huevos de la avispa. Lo increíble es que mientras se introduce al higo, la
avispa generalmente pierde sus alas y antenas por lo que no tiene forma de
salir y morirá en este frutoso ataúd. Por eso luego les toca a las crías
continuar el ciclo. Las crías de avispa macho nacen sin alas ya que su única
función es procrear con las crías de avispa hembra, técnicamente con sus
hermanas, y hacer un túnel para salir del higo. Finalmente las crías hembras
salen del higo llevándose consigo el polen para continuar con este
ciclo en una nueva higuera.
Si una avispa entra accidentalmente en un higo
femenino, como los que nos comemos, en vez de en un higo masculino, no tiene
espacio para reproducirse en su interior y como no podrá
salir, morirá adentro. Una consecuencia trágica pero necesaria,
porque de esta manera se transporta el polen.
Pero antes que decidas dejar de comer higos
deberías saber que los cuerpos de las avispas se descomponen dentro del higo
gracias al trabajo de una enzima del fruto llamada ficina [es
un alcaloide pirrolflavonoide aislado de Ficus pantoniana (Moraceae). Es un
compuesto que presenta actividad vermicida. Es un agente proteolítico] que transforma al insecto en proteína.
Y si te
sirve de consuelo también deberías saber que en la actualidad la gran
mayoría de los productores de este fruto ya no necesitan del sacrificado
trabajo de las avispas. La mayoría de las variedades de higo de consumo humano
son partenogenéticas. Esto quiere decir que siempre dan fruto en ausencia de
polinizador.